1. ¡Prepárate!
2. Kit de supervivencia
Piensa en el día después o, incluso, en la noche, si no quieres dormir en un colchón sin sábanas y vestida. Ropa de cama, toallas, pijamas y un neceser para el baño son algunas de las cosas que no te pueden faltar. A la mañana siguiente, necesitas empezar con fuerzas, descansada… ¡Y limpia!
3. ¿Me la hacen o la hago?
Depende de varios factores, pero especialmente de tu presupuesto y de los ayudantes con los que puedas contar. Una mudanza para una casa de unos 70-80 m2 cuesta unos 500-600 € (25 m3), siempre que no necesites contratar una grúa para subir los muebles por la fachada (unos 160 €), haya o no haya ascensor, se pueda estacionar en la puerta, etc. Ten en cuenta el tema de la franquicia (entre 90-200 €), porque en caso de problemas, es la parte que debes pagar tú.
4. Yo me lo como, yo me lo guiso
Si te la haces tú (eso sí, con ayuda de familiares y amigos dispuestos a sacrificar un sábado o un domingo), tendrás que alquilar una furgoneta. Para que te entre todo sin problema, debe tener una capacidad de unos 18m3. Su precio oscila entre los 100-150 € por un día. A medio camino entre una y otra opción, cuentas con la posibilidad de alquilar sólo el traslado de los enseres (unos 400 €), aunque con ella no evitas hacer cajas y desmontar muebles.
5. Momento “hacer cajas”
Para tener todo listo, necesitas empezar unas tres semanas antes del día de mudanza. Puedes comenzar por recopilar las cajas de los comerciantes de la zona y si necesitas más, comprárselas a las empresas de mudanzas (desde 2 €). Para seguir viviendo esas semanas con cierta normalidad, empieza a empaquetar todo aquello que no necesitas para tu día a día: libros, ropa de la anterior temporada… Y un consejo: Aunque la caja sea grande (o muy grande) no la cargues a tope, porque no podrás moverla.
6. ¿Cómo empaquetar una casa entera?
Sigue un orden. Guarda cada habitación por separado y marca cada caja con el nombre de la estancia a la que corresponda. No olvides hacer inventario. Y si no quieres que nada se rompa por el camino, hazte con un rollo de papel de burbujas o con sábanas viejas, para envolver los objetos más sensibles.
7. Momento desmontar los muebles
Ante todo, no pierdas ninguna pieza. Mete los tornillos y las piezas pequeñas de cada uno en bolsas de plástico, especificando el mueble del que se trate. Y si la cosa se complica, haz un croquis. Así, será más fácil montarlo de nuevo.
8. Momento furgoneta
Aprovecha bien el espacio. Primero carga los muebles más voluminosos, después las cajas más pesadas, de forma que aseguren los muebles, y las más ligeras sobre las otras o el mobiliario. Ve rellenando con las piezas sueltas y asegura con cuerdas, para que no se caiga nada. Un consejo: ponte ropa cómoda y holgada, que te permita libertad de movimientos y no cargues cosas muy pesadas, si no quieres ver sufrir a tu cuerpo. Mejor, más viajes con menos peso.
9. Momento “casa nueva”
Por fin, llegas a tu nuevo hogar, aunque hay tanto bulto que no sabes por dónde empezar. ¡Tranquila! Respira y comienza. Primero, monta los muebles, después, deshaz las cajas, procura ir doblándolas al mismo tiempo para que ocupen menos espacio, y por último, enchufa el frigo (recuerda que al menos deben pasar 24 horas para este paso).
10. Momento “colocar”
Para que la cosa cunda y no te pases días y días con la casa patas arriba, empieza colocando las cosas de la cocina y el baño (al quitarte un número importante de cajas, te vas animando). Después, las habitaciones y termina con el salón, que es, normalmente, la estancia donde más hay que colocar. Ahora es el mejor momento para organizar la librería por autores o géneros.